06 Apr
06Apr

Introducción:

Un hecho criminal puede dejar un escenario plagado de indicios que permanecerán ocultos hasta la llegada de un investigador. Dependiendo de la experticia de éste, los indicios podrán ser recolectados, analizados y presentados como prueba. Pero esto no es tarea fácil, dado que cada crimen presenta escenarios muy variados, y cada delincuente puede, a su vez, contar con experiencia y conocimientos que, no solo facilitan su accionar, sino que también contribuyen a disminuir la cantidad de indicios. Es por eso, que el perito debe capacitarse constantemente e investigar nuevos métodos que brinden los conocimientos requeridos para adaptarse a escenarios cada vez más variados

En este artículo se expone una ardua tarea de investigación, llevada a cabo con el fin de ampliar justamente esos conocimientos.


Problemática:

Como ya se dijo previamente, la presencia de indicios en el lugar del hecho depende, entre otros factores, de la capacidad del delincuente de deshacerse de estos, y una metodología común consiste en someter el lugar a un incendio, con la idea de que los indicios no podrán resistir al fuego. 

¿Es esto cierto?

La realidad es que, en un incendio puede perderse gran cantidad de evidencia importante. Pero, es posible que otra cantidad quede solo oculta, a la espera de ser revelada. 

Lo primordial en la investigación de un delito es identificar al autor, pero esto se puede tornar imposible si fue erróneamente descartada la posibilidad de analizar papiloscópicamente la escena del delito. 

En este artículo veremos qué ocurre con la evidencia papiloscópica (huellas digitales) al ser sometida a focos ígneos, y analizamos diferentes alternativas de para su revelado.


Estudio del lugar del hecho en delitos de incendio:

Una vez que los bomberos actúan en el lugar del incendio y logran detener el fuego, o mismo una vez que el fuego se apague naturalmente, es momento de la intervención de los peritos, primero para encontrar el foco de este, y luego para determinar la probabilidad de que exista el dolo (intención) en el hecho. 

Si se determina que el fuego fue intencionado, comienza una tarea criminalística de análisis del lugar del hecho. Para esto, es importante la preservación del escenario, para evitar que accidental o intencionalmente, se alteren los indicios relativos al evento que se investiga. 

Superficies donde pueden hallarse huellas dactilares en la escena de un crimen: 

Históricamente se consideró a una superficie lisa, pulida y no absorbente como la ideal para encontrar rastros papilares. Con el avance de los estudios, se logró determinar que también se pueden revelar en algunas superficies porosas. Pero no hay estudios claros con respecto al análisis papiloscópico de una superficie lisa y no porosa, como lo es el vidrio, que haya sido sometido a algún proceso que la dañe o modifique su superficie, como el fuego, que genera ennegrecimiento.

Revelado y levantamiento de huellas latentes:

Para lograr visualizar una huella latente, es necesario la utilización de algunos de los procedimientos que permita el revelado de la misma, y su posterior levantamiento, debido a que los residuos que generan el estampe de una huella latente son incoloros. La decisión de la técnica a utilizar es netamente propia del perito que intervenga en este análisis, y depende principalmente de la superficie sobre la que se encuentra depositado el rastro a revelar. Habitualmente lo primero que se realiza es la observación de la superficie con distintas luces forenses, utilizando longitudes de onda tanto dentro del espectro visible como así también el ultravioleta, ya que este procedimiento es no destructivo, es decir que tiene la ventaja de no alterar el rastro ni tampoco dañar la superficie. Una vez localizada la huella latente mediante la utilización de luces, de ser necesario, se procede a la aplicación de reactivos que el perito haya seleccionado, los cuales pueden destruir o modificar, de manera completa o parcial la evidencia. Por ejemplo, una posible combinación sería utilizar un reactivo químico que fije el rastro y luego uno físico que mejore y ayude a visualizarlo y fotografiarlo. Cabe remarcar que, cada vez que se utiliza alguno de estos métodos, es conveniente tomar vistas fotográficas del rastro con referencia métrica, las cuales pueden ser utilizadas para su ingreso en la base de datos. Esto, para tener un registro en caso de que el siguiente reactivo arruine la huella de manera irreversible.

Reactivos físicos:

Son polvos finamente tamizados, que tienen la característica principal de adherirse a las secreciones que forman las huellas, dejando con color el dibujo de las crestas y sin color los surcos. Son muy efectivos con huellas frescas o recientes. 

Se aplican mediante pinceles o plumones, los cuales son muy suaves, y se utilizan para tomar una pequeña cantidad de polvo y extenderla sin presionar sobre la superficie deseada, hasta dejar el rastro lo más nítido posible.


Reactivos químicos:

La aplicación de estos reactivos es más difícil y específica para cada químico, y necesitan de mayores recaudos, ya que suelen ser tóxicos o muy invasivos para el ser humano. Se utilizan habitualmente sobre superficies porosas, como papel, cartón, madera, y son de gran utilidad para el revelado de huellas antiguas. Tienen la propiedad de reaccionar químicamente con los componentes de las secreciones que forman las huellas.


Levantamiento:

Una vez revelados los rastros, es necesario su levantamiento para poder realizar el posterior cotejo. La técnica tradicional de levantamiento consiste en colocar sobre el rastro cinta levantadora transparente, o cinta adhesiva, a la cual se pegarán los reactivos reveladores, y será luego adherida a un soporte. Sin embargo, como se explicó anteriormente, es muy útil tomar fotografías del rastro revelado, a fin de evitar que éste pueda dañarse durante el proceso de levantamiento o de traslado.

Estudio experimental:

Para determinar la factibilidad del revelado de rastros papilares sobre superficies sometidas al fuego, se llevó a cabo un experimento, el cual se resume a continuación:

  • Se seleccionaron OCHO (08) botellas de vidrio, las cuales fueron distribuidas en CUATRO (04) grupos de DOS.
  • A un grupo se le impregnaron intencionalmente huellas papilares mediante la presión con dedos desnudos, y fueron posteriormente sometidas a la acción del fuego directo.
  • Al segundo grupo se lo somete a la acción del fuego directo, y una vez finalizado el fuego y enfriadas las botellas, se procedió a manipularlas con mano desnuda a fin de impregnarles rastros papilares.
  • El tercer grupo, al cual también se le colocaron previamente rastros papilares, fue ubicado en cercanías del fuego a fin de que quede impregnado de los humos y residuos propios del incendio.
  • El último grupo fue igualmente colocado en cercanías del fuego, pero sin la previa impregnación de rastros papilares. Una vez finalizado el fuego y enfriadas las botellas, se procedió a manipularlas con mano desnuda a fin de impregnarles rastros papilares.
  • Una vez finalizado el incendio y la colocación de huellas dactilares en las botellas correspondientes, se procedió a intentar el revelado mediante DOS técnicas: Revelado físico mediante polvo verde fluorescente a luz UV, y revelado químico mediante vapores de CIANOCRILATO.

En este experimento, cada botella fue expuesta a situaciones diferentes, según se ilustra en el siguiente cuadro:



Huellas colocadas previo al incendio

Huellas colocadas posterior al incendio

Botellas expuestas al fuego

Revelado con polvo verde fluorescenteRevelado con polvo verde fluorescente
Revelado con vapores de CianocrilatoRevelado con vapores de Cianocrilato

Botellas expuestas al humo

Revelado con polvo verde fluorescenteRevelado con polvo verde fluorescente
Revelado con vapores de CianocrilatoRevelado con vapores de Cianocrilato

Para la producción del fuego se utilizó papel, madera, cartón y plástico. Para iniciarlo se utilizaron fósforos.

Una vez iniciada la llama, se monitoreó la temperatura, la cual alcanzó una temperatura máxima de 536°C, y se mantuvo en una temperatura de 522°C por aproximadamente 35 minutos.


Resultados:

En total se analizaron OCHO (08) botellas de vidrio, de las cuales la mitad fue expuesta a la llama directa, mientras que las restantes fueron expuestas únicamente el humo y residuos propios del incendio. 

Al inspeccionar las botellas que habían sido impregnadas con huellas dactilares, se observó que algunas de estas huellas eran visibles a simple vista, sin la necesidad de la aplicación de reactivos para revelado. Asimismo, todas las botellas fueron sometidas a revelado. 

Luego del proceso de revelado, mediante polvo de color verde fluorescente a luz UV, y vapores de cianocrilato, se determinó que en la mayoría de los casos fue posible hallar huellas papilares aptas para establecer identificación física humana. 

Solo en UNA de las OCHO botellas no fue posible revelar rastros aptos para cotejo. Se trata de la que fue sometida al fuego directo con rastros ya impregnados, y tratada con vapores de cianocrilato. Cabe destacar, que esta botella presentaba rastros visibles sin la necesidad de revelado una vez finalizado el fuego.







Conclusión: 

Frente a un escenario consumido por las llamas, donde el humo, el polvo y la destrucción son protagonistas, hay todavía un testigo oculto, a la espera de ser revelado: Las huellas dactilares. 

En esta investigación se ha demostrado que, aún después de ser sometidos al fuego y a humo, los rastros pueden ser revelados con éxito. Se demostró que tanto el polvo verde fluorescente a luz UV, como los vapores de cianocrilato, pueden resultar herramientas efectivas frente a estos escenarios adversos. 

Sin embargo, más allá de los resultados obtenidos, es importante reconocer la importancia de la una capacitación continua y la investigación constante de nuevas alternativas en el campo de la criminalística. 

Son, además, la determinación y compromiso del perito, sumamente cruciales. Ya que es su habilidad para analizar minuciosamente cada aspecto del lugar, lo que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en la investigación de un crimen.



Fuente: “REVELADO Y LEVANTAMIENTO DE RASTROS PAPILARES SOBRE VIDRIOS SOMETIDOS A ALTAS TEMPERATURAS”. Investigación realizada por la Licenciada en Criminalística Sofía LABATE.

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