¿Qué ideas tenemos sobre la función de un criminalista? La sola mención de la profesión evoca imágenes de investigadores que enfrentan al crimen cara a cara, desentrañando misterios macabros, atando cabos sueltos, persiguiendo criminales a través de un laberinto inundado de juegos psicológicos. Surgen también preguntas como "¿Viste muchos cadáveres?" "¿Haces autopsias?" "¿Sabes hacer perfilación criminal?" Preguntas y percepciones que, aunque comunes, revelan un desconocimiento sobre la verdadera naturaleza del trabajo de un criminalista.
La realidad es que la labor de un criminalista se aparta de los estereotipos televisivos o literarios. No se trata de resolver crímenes demanera directa, sino de adentrarse en el complejo mundo de la evidencia física y la ciencia forense. Si bien el campo de trabajo es muy amplio, la función principal del criminalista consiste en usar sus conocimientos sobre las ciencias naturales con el fin de hallar la verdad científica de los hechos.
En este artículo te mostramos algunas cosas que seguramente no sabías de la Criminalística.
Para los que dedicamos nuestra vida a la criminalística, es muy común encontrarnos con preguntas relacionadas a asesinos en serie y perfilación pscológica criminal. Existe una idea errónea de que los criminalistas somos expertos en la mente de los criminales, capaces de desentrañar sus motivaciones con solo mirar una escena del crimen o realizando una entrevista a los sospechosos. Sin embargo, a diferencia de lo que se muestra en películas o series de televisión, el estudio del comportamiento criminal y la elaboración de perfiles psicológicos no son parte de la criminalisitca, sino que estan más asociados al campo de estudio de la criminalogía y la psicología forense.
En este sentido, por un lado, la labor del criminalista se enfoca en la búsqueda, recolección, análisis e interpretación de evidencia física presente en el lugar del hecho. Nuestra tarea es investigar meticulosamente cada detalle, desde las huellas dactilares hasta los residuos de disparo, con el objetivo de reconstruir los eventos ocurridos durante la perpetración del crimen y proporcionar pruebas sólidas que contribuyan a resolver el caso. En pocas palabras, la criminalística analiza la evidencia con el fin de dilucidar el QUÉ, CÓMO, CUÁNDO, DÓNDE y QUIÉNES de una investigación criminal; mientras que la Criminología busca responder el POR QUÉ del delito, además de trabajar en el diseño de métodos de reinserción social, análisis de las penas, y análisis psicosocial del delito y el delincuente, entre otras cosas.
Además del error común acerca del papel del criminalista en la perfilación criminal, existe otra creencia relacionada con las autopsias. Se asume que los criminalistas son los encargados de realizar este procedimiento médico-legal. Sin embargo, es importante aclarar que los criminalistas no están capacitados para llevar a cabo autopsias.
La autopsia es un procedimiento médico complejo sobre el cuerpo de una persona fallecida, a fin de hallar evidencia que contribuya en la determinación de la causa de muerte. Este proceso requiere conocimientos médicos especializados que van más allá del ámbito de la criminalística. Por lo tanto, son los médicos forenses o especialistas en medicina legal quienes se encargan de realizar las autopsias.
Ya aclaradas algunas de las cosas que no hace un criminalista, ahora vamos a explorar un poco el amplio campo de aplicación que tienen estos expertos.
Uno de los puntos menos conocidos pero sumamente importante, es su conocimiento y habilidades para la detección de falsificaciones, que le permiten realizar pericias exhaustivas sobre una amplia variedad de documentos, billetes, firmas y otros elementos susceptibles de ser falsificados.
Desde el reconocimiento de una amplia gama de medidas de seguridad en billetes y documentos oficiales, hasta la capacidad de analizar firmas y manuscritos en forma precisa, los criminalistas poseen los conocimientos necesarios para identificar cualquier indicio de falsificación o adulteración con gran precisión. Estos conocimientos permiten, por ejemplo, establecer si un manuscrito o una firma fueron realizados por una persona determinada, a partir de la comparación de la escritura presente en otros documentos, o por medio de un cuerpo de escritura. También pueden identificar adulteraciones en documentos originales, como se da en los casos de los cheques a los que se le adicionan números luego de su expedición, con motivo de aumentar su valor original. La importancia legal de estas pericias no puede ser subestimada. En muchos casos judiciales, la autenticidad de un documento o la veracidad de una firma o manuscrito pueden ser determinantes en el resultado del proceso legal.
En Argentina ocurrieron durante el año 2023 alrededor de 3642 siniestros viales con víctimas fatales. Estos dejaron un número de 4369 muertes, dando así un promedio de aproximadamente 12 muertes por accidentes de tránsito al día.
Si bien existen carreras universitarias especializadas en el estudio del tránsito, como son la Ingeniería Vial, o la Licenciatura en Accidentología y Seguridad Vial, cuyos fines van desde el estudio de mejoras del tránsito, planificación y construcción de infraestructura vial, investigación de metodología aplicadas a la prevención de siniestros viales y mejoramiento de la seguridad, hasta la investigación pericial de siniestros viales; esta última es también incumbencia de la Criminalística.
Durante el transcurso de un siniestro vial, mejor conocido como accidente de tránsito (el término "accidente" hace referencia a un suceso fortuito o azaroso, por lo que su uso se considera incorrecto, dado que un siniestro vial se da principalmente por malas maniobras o errores humanos y no por cuestiones del azar), se generan una serie de indicios susceptibles de ser analizados en pos de determinar la manera en la que este ocurrió, por ejemplo, huellas de frenado o derrape, deformaciones sobre los vehiculos, posiciones finales de los vehiculos, etc. En este contexto, es el criminalista el encargado de fijar correctamente estos indicios, describirlos, fotografiarlos, representarlos en planos, y recolectarlos. A su vez, este trabajo puede llevarse a cabo directamente en el lugar del hecho inmediatamente después de que este ocurrió, con los vehículos involucrados todavía presentes, o puede también hacerse tiempo después de que los vehículos hayan sido removidos.
Una vez realizado el relevamiento de los indicios, el perito, basado en sus conocimientos sobre los principios fundamentales de la criminalística y las leyes de la física, podrá expedir un dictamen revelando la mecánica mediante la cual ocurrió el hecho que se investiga. El criminalista también se encuentra facultado para analizar dictámenes efectuados por otros expertos, con el fin de corroborar sus conclusiones o cuestionarlas.
La identificación humana, también llamada Biometría Forense, no solo es una de las ramas fuertes de la criminalística, sino que es una de sus precursoras. Nace a partir de la necesidad de generar registros de los delincuentes, con el fin de poder reconocerlos fehacientemente en caso de reincidencia.
A partir de esta idea, comienzan a surgir técnicas de identificación como la antropometría (identificación a partir de las medidas del cuerpo), la cual fue posteriormente descartada, aunque en la actualidad comenzó a resurgir a partir de la evidencia fílmica; y la papiloscopía, la cual perdura hasta el día de hoy, siendo considerada una de las técnicas más efectivas para la identificación de personas y en la resolución de casos criminales.
Con el paso del tiempo fueron surgiendo nuevas técnica, algunas más efectivas que otras, como son la odontología forense, la queiloscopía o la identificación por medio del ADN. Todas estas basadas en el mismo principio, el principio de identidad, el cual establece que todo ser humano es único, por lo que posee características particulares de sí mismo que no las posee ningún otro. En este punto, es el criminalista el encargado de reconocer esas particularidades, exponerlas y describirlas, de forma tal que la identificación no deje lugar a duda.
¿CONOCÍAS ESTOS SISTEMAS DE IDENTIFICACIÓN HUMANA?
Si bien la manera más habitual en la que los criminalistas toman parte en una investigación judicial es a través de las fuerzas policiales (peritos oficiales), o por medio de los juzgados (peritos de oficio), existe una tercer opción, que es la contratación directa de alguna de las partes involucradas. A este último se lo conoce como perito de parte, y entre sus funciones se encuentra:
Asimismo, estas no son las únicas participaciones que tienen los peritos, ya que pueden también intervenir en el ámbito civil, por fuera de lo judicial. Un ejemplo de esto se da en las empresas de seguro, quienes contratan a expertos para la constatación de siniestros, a fin de contrastar los dichos del asegurado con la manera real en la que los hechos ocurrieron. Frente a esto, el asegurado también puede contratar un perito que demuestre que los hechos se dieron como él lo manifiesta. Este tipo de dictámenes son importantes para resolución de conflictos sin la necesidad de recurrir a un proceso judicial.
Si queres conocer más sobre las funciones del criminalista, escribinos en Mundo-Forense